Escalera al cielo

Primero dijeron que serían 20 días de trabajo en que mi compañero Ale, laboraría junto a los comunitarios, a un Cooperante Español, y a un Buldozista, en la construcción de un camino que pudiera unir a variadas comunidades con el progreso que significa para éstas, contar con un vía transitable para guaguas, jeepetas y carros.

Represa de Sabaneta, vista desde lo alto del camino hacia la Higuera

Ya las emergencias no se tendrían que aventurar con mulos o caballos o a pie. Ahora el acceso a la salud podría ser mucho mas rápido, ahora el maestro de la Escuela podría pedir una bola, ahora se podrían vender las cosechas con menores posibilidades de pérdida.

Y se hizo el camino, ¡pero como en 3 meses! Largas jornadas de trabajo, café y ron como parte de la dieta básica de la vivencia en la montaña. Luis y Cibao compañeros fieles a los que más de alguna historia se les cuentan. Juegos de Dominó con los comunitarios; desayuno con yuca, batatas y aullama, almuerzos contundentes de arroz, afectos que se crearon y se recrearon.

Llegada a la Higuera, en donde cuenta la leyenda, luego de la primera aparición de algún carro, se festejo con disparos al aire hechos por los comunitarios

Por fin, se inauguro el ansiado camino. Estaban casi todos. Las comunidades que trabajaron como mano de obra, integrantes de otras comunidades, Alcaldes Pedáneos (autoridades máximas en algunas comunidades), Obispo, Fundasep, Cooperantes, Organizaciones del valle de San Juan, Secretarías de Estado que no terminan de prometer.

A la usanza Dominicana, se bendice el nuevo camino con una misa. Luego se pasa a las palabras en donde todos quieren hablar y nadie pretende quedarse fuera. Una canción hecha hace mas de 10 años por un comunitario pidiendo camino, canción que ahora la adapta al magno evento de la inauguración. Después. A la comida. Chen Chen, arroz con habichuelas, Chivo, Cerdo, Pollo, y un etc. que se produce por la falta de memoria de quien escribe.

La preparación de la comida por los comunitarios, un abrazo a lo O´higgins con San Martín, un Brugal a la salud del trabajo terminado

Y sigue la comida como el alcohol ha seguido desde tempranas horas de la mañana. Suena el grupo de palos, y la música empieza a llegar a los cuerpos que comienzan a moverse, terminando para nosotros el participar de esta fiesta comunitaria, en donde la felicidad correría por más días en aquella comunidad. Ahora la conexión a mayores poblados, plantea nuevos desafíos que la comunidad sabrá enfrentar, como lo pudo hacer con esta obra de arquitectura, trabajada por uno de los Chilenos que están por estos lados patiperreando, Alexis.

Ahora, a seguir con las construcción de caminos, póximo destino –como dice Manu Chao-, “Los Naranjos”.


René Squella Soto
Con Convicción y Pasión en la Revolución para Otro Mundo Posible