jueves, junio 22, 2006

Nuestro Hogar

Trini y Ale leyendo y pensando en el querido Chile...

Adaptación

Sobre el trabajo

Casi dos semanas en estas tierras llamadas por los descubridores “La Española”. Días que han pasado en un constante trabajo de adaptación a ésta, nuestra nuevo labor que intentará a través de nuestras capacidades, experiencias y emociones, aportar a los procesos de transformación social que dignifiquen la vida, y mejoren el bienestar de la población de las 3 provincias en las que nuestro trabajo se desarrollará.

Fundasep, Organización No Gubernamental cercana a la Iglesia Católica, nos cobija en su infraestructura física y humana, dándonos las directrices que guiarán las diversas labores que llevaremos a cabo en las Provincias de San Juan, Azua y Elías Piña, ya sea, en relación a la implementación y desarrollo de planes de manejo comunitarios en el ÁREA AGROFORESTAL; Alfabetización y refuerzo escolar para niños y adultos de sectores alejados de los centros mas urbanizados, ludotecas y espacios de crecimiento íntegral en el ÁREA EDUCATIVA; y fortalecimiento de organizaciones comunitarias campesinas, desarrollo de agrupaciones productivas para mujeres e implementación de Talleres de liderazgo juveniles en el ÁREA SOCIOCOMUNITARIA.

Hemos comenzado visitando los espacios en los que se llevará a cabo nuestro trabajo, adentrándonos a la cultura local, y conociendo las realidades construidas en las que se moverán y tendrán sentido las acciones e intervenciones en las que participaremos. Para lo anterior, ha sido clave, la fraternidad y amabilidad del pueblo Dominicano, como de manera fundamental, de las personas que componen esta gran institución llamada Fundasep.


Sobre lo cotidiano

Y claro, dos semanas que pronto completaremos en esta nuestra tierra de acogida y adopción. De todos modos, América Solidaria nos obsequió un período de adaptación por algunos días en la empobrecida pero esperanzadora Haití, días y noches que obviamente, nos ha servido de sobremanera, para adaptarnos a ciertos asuntos que han sido importantes en esta llegada a San Juan de la Maguana.

¿Adaptarnos a qué?, a un clima que nos empapa las ropas y nos cansa rápidamente debido al calor en ocasiones sofocante; a la comida hecha sobre la base del nunca bien ponderado Arroz con Habichuelas, plátanos hechos en todas sus formas (fritos, en sopa, hechos puré, etc.), Yuca (papa) y Pollo; a los mosquitos voraces que principalmente de nuestras piernas, han hecho un festín colosal como lo debieran haber realizado los romanos en sus conocidas bacanales; y por sobre todo, adaptarnos en parte –o buscar el equilibrio-, al ritmo cancino y parsimonioso de los Dominicanos o Caribeños en general, quienes se toman la máxima de trabajar para vivir en detrimento de la moda Chilena del vivir para trabajar.

Ahora, ya tenemos nuestra casa en el sector rural de Juan de Herrera, poco a poco la estamos dejando libre de elementos extraños que es común ver en el campo (ratones, grillos y arácnidos), nos estamos acostumbrando a los cortes diarios de la luz, y nos estamos animando a manejar el Jeep que la Fundación nos entregó para nuestra movilización… ahora es turno de adaptarse a los baches de las calles, y al peligro de las miles de motos que circulan por doquier como hormigas ante el azúcar.

Trinidad Aguilar
Alexis Sepúlveda
René Squella