lunes, julio 27, 2009

DÍA G

Existen días en la historia de la humanidad que quedan marcados por hechos especiales, así tenemos el día D, el día que el hombre llego a la luna, el 11 de septiembre nuestro, que luego los gringos tomaron suyo con las torres gemelas, el 25 de diciembre, para la Iglesia Católica y Anglicana o el 7 de enero para algunas Iglesias Ortodoxas con el nacimiento de Jesús.

Para nosotros dentro del primer año de vida del calendario tercioses, tenemos una fecha especial, una fecha que para muchos es un día más, pero para nosotros tres, es única, fue única y digna de tener su nombre, el 22 de Julio, es el día G, el día en que los tres, solo los tres voluntarios chilenos subimos a Guayajayuco, una comunidad de mil historias, historias en su camino, historias de trabajos, historias de su ubicación, historias y más historias.

Carretera Internacional, las lomas de sus lados deforestadas

El día G, era para cumplir la tarea de que Elena tuviese la reunión con el Patronato de la Ludoteca de Guayajayuco. Tuvimos miedo antes de partir a las 6 de la mañana, ya que había caído lluvia toda la noche y el camino que toma 8 horas para ir y volver es muy malo y más con lluvia. Lo bueno es que al llegar a Pedro Santana, donde dejamos unos filtros de agua donde las Hermanas, ellas nos dijeron que no había caído tanta agua en la zona, de todas formas nos recomendaban mucho cuidado y comenzar el viaje lo más antes posible, así podíamos evitar las lluvias de la tarde, que en el sector son comunes y te pueden dejar enchivado en cualquier poza del camino, el que no tiene señal de celular en todas partes, y por el que transita muy poca gente.

Así lo hicimos y antes de las 8.30 de la mañana ya estábamos en el puesto militar de Pedro Santana, el camino a nuestro destino está marcado por deforestación casi total, comunidades haitianas viviendo en el olvido de todos, lomas siendo cultivadas para poder sobrevivir, es ahí donde me cuestiono como agrónomo y creyente en la conservación del medio ambiente, lo fácil que puede resultar pedir reforestación para un mundo más limpio y sano, pero ellos no tienen un supermercado de donde tomar su comida, no tienen otras fuentes de ingresos y muchas veces son cuestionados por instituciones del estado y ong, por producir deforestación, y se nos olvida que nuestras cómodas ciudades también eran bosques o medios ambientes equilibrados, pero los maltratamos porque necesitábamos vivir, ellos hacen lo mismo, pero como son los últimos lugares donde se quiere conservar y cuidar la naturaleza, ellos si son responsables de cuidarlos……TODOS SOMOS RESPONSABLES, QUE NO SE NOS OLVIDE ESO.

Tras esa reflexión que no podía dejar pasar, les sigo contando el viaje, viaje para comenzar una despedida, para cargarnos de pilas para este último mes que nos queda en la Isla, viaje de cariños, viaje de risas, viaje de huevos duros, galletas, pan y refrescos, viaje de peleas por irse adelante, viaje equipo, no más que eso, viaje de familia, familia disfuncional en su composición, ya que es conformada por tres niños. Nos fuimos conversando todo el rato, paramos en el árbol que la historia cuenta que un general de la época de Trujillo mataba sin piedad a haitianos.

Los tres tercioses en el árbol que dicen que fusilaban haitianos, una pena

El camino va pegado a acantilados, una roca nos hace pegarnos más, unas grandes pozas hacen que el doble entre en juego, un militar de uno de los puestos de chequeo nos para subir a un niño que manda por su comida hasta el próximo chequeo, muchos niños salen de sus casas para pedir un peso para comer, las mariposas y libélulas nos guían, las ganas de baño nos hacen parar, la escasa naturaleza pegada al camino y a quebradas nos sorprende con colores y olores, hombres colgados en sus conucos son dignos de fotografiar, el desvío a Guayajayuco nos avisa que estamos cerca de llegar a cumplir la misión.

Agricultores de subsistencia en las lomas

La misión fue cumplida, la Elena está en su reunión con el Patronato (grupo comunitario de apoyo) de la Ludoteca, con Javier pelamos el cable, lo que no es raro, pero nos hace tan bien. Nos subimos para retornar a la casa, al hogar, más conversaciones nos hacen que el camino se haga corto, conversaciones como el darnos cuenta que ninguno de los tres viajo cuando chico a Disney, o que las papas doradas son unas de las formas más fáciles de preparar las papas, o que nadie cambiaria la labor culinaria de las madres y padres, que se nos está acabando el tiempo de vivir juntos, que el viernes teníamos la invitación a almorzar donde Valentina y muchas cosas más.

La llegada y el cumplimiento de la misión tuvieron su merecida premiación en la casa de las Hermanas de Pedro Santana, donde fuimos agasajados con un rico y abundante almuerzo. Al llegar a Fundasep, el calor era mucho, para eso la solución, que corono con la guinda el Día G, fue la ida al río, si a las 6:30 de la tarde, doce horas después de iniciar la misión, estábamos en el río, solo los tres, el Franja, nuestro Jeep, nos miraba desde la orilla.

El Día G, es oficial, lo más seguro es que por la memoria, la Ele y Javier no lo recuerden, jajajajajajajaja, pero estaré ahí para recordárselos.

Un día escribía que tras terminar este año muchas cosas con mis hermanos de crianza ya no podría hacer, hoy agradezco de todas las cosas que si pudimos hacer, agradezco cada una de esas cosas cada día, cada risa, cada sueño, cada comida, cada chimi, cada roncola, cada mujer del demonio, cada conversación, cada perdida de cosas, cada cariño en todas sus formas y el amor que nació entre tres desconocidos que hoy se sienten hermanos de crianza.