Trabajo infantil que colabora con economías menguadas por parte de los familiares, quienes requieren de mano de obra gratuita, para intentar conseguir unos pesos que permitan la sobrevivencia.
Trabajo infantil que se destina en muchas veces, no a una actividad productiva, sino que a labores que por ejemplo, se signifiquen con la búsqueda del elemento vital para la vida, el agua. Pues claro, en muchas partes se derrocha inconcientemente, pero en otras, se caminan horas por descampados, para obtenerlas en cubetas.
Trabajo infantil que se ocupa de situaciones típicas de un hogar, pero que en ocasiones, por la cantidad de responsabilidades, se convierte en una carga que talvez, una mujer y un hombre debieran hacerse cargo.
Un terrorismo que cuando se conoce, te genera un millón de sensaciones, emociones o sentidos que no redundan en placer en ningún caso, retumban como eco en rabia, en amargura, y obviamente, en la fuerza que te dan los hechos objetivos, de seguir construyendo o aportando a la justicia social.
No mas conversaciones, comités, investigaciones y estudios, ahora vienen resonando como un deber ser, las acciones, pues como decía el Che: ¡Las palabras que no cuadran con los hechos carecen de importancia!.
(Entiendo que alguna foto pudo causar escozor y malestar que incluso unos pueden acusar de morbo social, sin embargo, y a pesar de la autocensura que uno reflexionó una y otra vez, se quisieron rescatar imágenes que no disfrazarán la realidad. Más encima de esos disfraces, lamentablemente, estamos acostumbrados al leer medios de comunicación masivos inoperantes con informar sobre la realidad y sus subjetividades)
René Squella Soto
Con Convicción y Pasión en la Revolución para Otro Mundo Posible
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